Buenos días, amigos del murciélago.
Yo no suelo hacer esto. Este Blog está dedicado en píxel y alma al mundo del relato.
Pero uno, a pesar de toda la broma y el cachondeo, además de ser un murciélago también es una persona. Así que esta será la excepción que confirma la regla.
Este post está dedicado a las vergüenzas de la guerra. No hay cuento esta vez,(AL MENOS NO MÍO), solo realidad. Bloqueando he encontrado esto, que me ha conmovido, y creo que merece la pena compartirlo:
En primer lugar os dejo un link a la página de Azucar y Sal, cuyo Blogger ha pedido que se difunda el discurso de GERVASIO SÁNCHEZ, fotoperiodista premiado con el Premio Ortega y Gasset en la categoría de PERIODISMO GRÁFICO. Copio el discurso directamente:
"Estimados miembros del jurado, señoras y señores: Es para mí un gran honor recibir el Premio Ortega y Gasset de Fotografía convocado por El País, diario donde publiqué mis fotos iniciáticas de América Latina en la década de los ochenta y mis mejores trabajos realizados en diferentes conflictos del mundo durante la década de los noventa, muy especialmente las fotografías que tomé durante el cerco de Sarajevo. …. Quiero dar las gracias a los responsables de Heraldo de Aragón, del Magazine de La Vanguardia y la Cadena Ser por respetar siempre mi trabajo como periodista y permitir que los protagonistas de mis historias, tantas veces seres humanos extraviados en los desaguaderos de la historia, tengan un espacio donde llorar y gritar. No quiero olvidar a las organizaciones humanitarias Intermon Oxfam, Manos Unidas y Médicos Sin Fronteras, la compañía DKV SEGUROS y a mi editor Leopoldo Blume por apoyarme sin fisuras en los últimos doce años y permitir que el proyecto Vidas Minadas al que pertenece la fotografía premiada tenga vida propia y un largo recorrido que puede durar décadas. Señoras y señores, aunque sólo tengo un hijo natural, Diego Sánchez, puedo decir que como Martín Luther King, el gran soñador afroamericano asesinado hace 40 años, también tengo otros cuatro hijos víctimas de las minas antipersonas: la mozambiqueña Sofia Elface Fumo, a la que ustedes han conocido junto a su hija Alia en la imagen premiada, que concentra todo el dolor de las víctimas, pero también la belleza de la vida y, sobre todo, la incansable lucha por la supervivencia y la dignidad de las víctimas, el camboyano Sokheurm Man, el bosnio Adis Smajic y la pequeña colombiana Mónica Paola Ojeda, que se quedó ciega tras ser víctima de una explosión a los ocho años. Sí, son mis cuatro hijos adoptivos a los que he visto al borde de la muerte, he visto llorar, gritar de dolor, crecer, enamorarse, tener hijos, llegar a la universidad. Les aseguro que no hay nada más bello en el mundo que ver a una víctima de la guerra perseguir la felicidad. Es verdad que la guerra funde nuestras mentes y nos roba los sueños, como se dice en la película Cuentos de la luna pálida de Kenji Mizoguchi. Es verdad que las armas que circulan por los campos de batalla suelen fabricarse en países desarrollados como el nuestro, que fue un gran exportador de minas en el pasado y que hoy dedica muy poco esfuerzo a la ayuda a las víctimas de la minas y al desminado. Sofía y Alia Es verdad que todos los gobiernos españoles desde el inicio de la transición encabezados por los presidentes Adolfo Suarez, Leopoldo Calvo Sotelo, Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero permitieron y permiten las ventas de armas españolas a países con conflictos internos o guerras abiertas. Es verdad que en la anterior legislatura se ha duplicado la venta de armas españolas al mismo tiempo que el presidente incidía en su mensaje contra la guerra y que hoy fabriquemos cuatro tipos distintos de bombas de racimo cuyo comportamiento en el terreno es similar al de las minas antipersonas. Es verdad que me siento escandalizado cada vez que me topo con armas españolas en los olvidados campos de batalla del tercer mundo y que me avergüenzo de mis representantes políticos. Pero como Martin Luther King me quiero negar a creer que el banco de la justicia está en quiebra, y como él, yo también tengo un sueño: que, por fin, un presidente de un gobierno español tenga las agallas suficientes para poner fin al silencioso mercadeo de armas que convierte a nuestro país, nos guste o no, en un exportador de la muerte. Muchas gracias”.
En segundo lugar os dejo un link para que veáis un video impresionante sobre el conflicto en la franja de Gaza, cortesía de Anna Raven en THE SHEFFIELD EXPERIENCE:
Y finalmente, mencionar el interesante debate generado en PELÍNKANOS DESHIDRATADOS, sobre el mismo tema, y el microrelato "Palestina me duele" en Deprisa.
Gracias a todos los Bloggers implicados, y a todos esos a los que aún no he leído, por poner las cartas sobre la mesa y hablar sin tapujos de tantas y tantas vergüenzas.
Podéis opinar y dejar vuestros comentarios.
Yo no suelo hacer esto. Este Blog está dedicado en píxel y alma al mundo del relato.
Pero uno, a pesar de toda la broma y el cachondeo, además de ser un murciélago también es una persona. Así que esta será la excepción que confirma la regla.
Este post está dedicado a las vergüenzas de la guerra. No hay cuento esta vez,(AL MENOS NO MÍO), solo realidad. Bloqueando he encontrado esto, que me ha conmovido, y creo que merece la pena compartirlo:
En primer lugar os dejo un link a la página de Azucar y Sal, cuyo Blogger ha pedido que se difunda el discurso de GERVASIO SÁNCHEZ, fotoperiodista premiado con el Premio Ortega y Gasset en la categoría de PERIODISMO GRÁFICO. Copio el discurso directamente:
"Estimados miembros del jurado, señoras y señores: Es para mí un gran honor recibir el Premio Ortega y Gasset de Fotografía convocado por El País, diario donde publiqué mis fotos iniciáticas de América Latina en la década de los ochenta y mis mejores trabajos realizados en diferentes conflictos del mundo durante la década de los noventa, muy especialmente las fotografías que tomé durante el cerco de Sarajevo. …. Quiero dar las gracias a los responsables de Heraldo de Aragón, del Magazine de La Vanguardia y la Cadena Ser por respetar siempre mi trabajo como periodista y permitir que los protagonistas de mis historias, tantas veces seres humanos extraviados en los desaguaderos de la historia, tengan un espacio donde llorar y gritar. No quiero olvidar a las organizaciones humanitarias Intermon Oxfam, Manos Unidas y Médicos Sin Fronteras, la compañía DKV SEGUROS y a mi editor Leopoldo Blume por apoyarme sin fisuras en los últimos doce años y permitir que el proyecto Vidas Minadas al que pertenece la fotografía premiada tenga vida propia y un largo recorrido que puede durar décadas. Señoras y señores, aunque sólo tengo un hijo natural, Diego Sánchez, puedo decir que como Martín Luther King, el gran soñador afroamericano asesinado hace 40 años, también tengo otros cuatro hijos víctimas de las minas antipersonas: la mozambiqueña Sofia Elface Fumo, a la que ustedes han conocido junto a su hija Alia en la imagen premiada, que concentra todo el dolor de las víctimas, pero también la belleza de la vida y, sobre todo, la incansable lucha por la supervivencia y la dignidad de las víctimas, el camboyano Sokheurm Man, el bosnio Adis Smajic y la pequeña colombiana Mónica Paola Ojeda, que se quedó ciega tras ser víctima de una explosión a los ocho años. Sí, son mis cuatro hijos adoptivos a los que he visto al borde de la muerte, he visto llorar, gritar de dolor, crecer, enamorarse, tener hijos, llegar a la universidad. Les aseguro que no hay nada más bello en el mundo que ver a una víctima de la guerra perseguir la felicidad. Es verdad que la guerra funde nuestras mentes y nos roba los sueños, como se dice en la película Cuentos de la luna pálida de Kenji Mizoguchi. Es verdad que las armas que circulan por los campos de batalla suelen fabricarse en países desarrollados como el nuestro, que fue un gran exportador de minas en el pasado y que hoy dedica muy poco esfuerzo a la ayuda a las víctimas de la minas y al desminado. Sofía y Alia Es verdad que todos los gobiernos españoles desde el inicio de la transición encabezados por los presidentes Adolfo Suarez, Leopoldo Calvo Sotelo, Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero permitieron y permiten las ventas de armas españolas a países con conflictos internos o guerras abiertas. Es verdad que en la anterior legislatura se ha duplicado la venta de armas españolas al mismo tiempo que el presidente incidía en su mensaje contra la guerra y que hoy fabriquemos cuatro tipos distintos de bombas de racimo cuyo comportamiento en el terreno es similar al de las minas antipersonas. Es verdad que me siento escandalizado cada vez que me topo con armas españolas en los olvidados campos de batalla del tercer mundo y que me avergüenzo de mis representantes políticos. Pero como Martin Luther King me quiero negar a creer que el banco de la justicia está en quiebra, y como él, yo también tengo un sueño: que, por fin, un presidente de un gobierno español tenga las agallas suficientes para poner fin al silencioso mercadeo de armas que convierte a nuestro país, nos guste o no, en un exportador de la muerte. Muchas gracias”.
En segundo lugar os dejo un link para que veáis un video impresionante sobre el conflicto en la franja de Gaza, cortesía de Anna Raven en THE SHEFFIELD EXPERIENCE:
Y finalmente, mencionar el interesante debate generado en PELÍNKANOS DESHIDRATADOS, sobre el mismo tema, y el microrelato "Palestina me duele" en Deprisa.
Gracias a todos los Bloggers implicados, y a todos esos a los que aún no he leído, por poner las cartas sobre la mesa y hablar sin tapujos de tantas y tantas vergüenzas.
Podéis opinar y dejar vuestros comentarios.
Sin palabras. Es demasiado triste.
ResponderEliminarPaso, adhiero, silencio y abrazo!
ResponderEliminarMi postura ya es conocida. Ahora los criminales se retiran con la cabeza alta antes de que el trono de EEUU vuelva a estar ocupado y tengan que hacerlo por obligación.
ResponderEliminarEste es el "talante" de un país cómplice de todas las barbaries que suceden en nuestro planeta, perteneciendo a organizaciones asesinas cómo la OTAN, ONU, FMI y sus "cascos azules" y ONGs estatales como AGNUR etc. No lo olvidemos todos somos cómplices por no hacer nada por remediarlo, por "faltar al auxilio"(delito contemplado por nuestras leyes).
ResponderEliminarPor cierto la imagen es preciosa.
Albert.
Persis, Marcelo, MAestro, Albert...
ResponderEliminarGracias por perder un ratito de vuestro tiempo conmigo y por compartir vuestras opiniones.
Un abrazo.