EL TENDEDERO: artistas invitados.

Buenas tardes, amigos del murciélago.

De nuevo aquí, haciendo un derroche de arte y tiempo, para continuar con mi labor de misionero de los cuentos. Ah, sois tantos por convertir, y este murciélago es tan pequeño.

Pero como se suele decir, “no importa el tamaño”, sino la causa.

Hoy asomo la cabeza desde mi cueva para presentaros una nueva sección que llevo anunciando desde hace varias semanas. Se trata de:

“EL TENDEDERO”,

la sección dedicada a “artistas invitados” que, junto con “LAS CLASES DE LOS MAESTROS” Y “RECOMENDACIONES”, completará a partir de ahora este Blog dedicado al mundo del relato.

Por supuesto, esta sección irá acompañada de sus correspondientes cuentos, que también podréis descargar gratuitamente (sí, esto es una especie de ONG de lectores, amigos, sólo que no recibimos subvención alguna).

Esos “autores invitados” serán escritores noveles.

¿Por qué?

Ahora os lo dejo claro.

Ya he comentado varias veces que, durante varios años, formé parte de un grupo de amiguetes que se reunían para leer sus propios cuentos y comentarlos. Una especie de taller literario, un club de escritores en busca de mejorar su arte.

Así, con cada lectura, aprendimos algo nuevo; nuevas técnicas, nuevos tonos, sorpresas narrativas. Nos motivábamos mutuamente gracias a esa rivalidad, a esa envidia sana, en un ambiente increíblemente creativo. De alguna forma, la sinergia del grupo nos hizo mejores narradores a todos, y creo que, aunque yo escribía desde hacía bastante tiempo, asimilé las mejores lecciones durante aquellos días.

Y os preguntaréis ¿a qué cojones viene esto?

Bueno, pues viene a que, junto a esos amigos cuentistas, en un bar de mala muerte, leí relatos divertidos, tristes, entrañables… extraordinarios. Mejores que muchas mediocridades publicadas por autores ya consagrados.

Y de todos los miembros del club, ninguno ha publicado nada (salvo yo, y en contadas ocasiones).

No me malinterpretéis, también leímos nuestras propias mierdas, y conseguimos salvar alguna de la hoguera, pero en general, de allí salió buen material.

Así que esta sección se la dedico a ellos, a mis amigos cuentistas de los martes por la tarde.

Y empezaremos con alguno de esos cuentos para, cada cierto tiempo, ir colgando más.

Así que aquí tenéis el primero:

LA BUENA EDUCACIÓN
Por El Ramas.

"Que no hay que decir mentiras, Pablito”, me decía siempre la Srta. Mari, mi profesora. Tal vez por eso, cuando la Srta. Mari me preguntó quien le había volcado el cubo de tierra en la cabeza a la Lucía, la niña más repelente de todas las que iban al cole conmigo, no me quedó más remedio que confesarle que fui yo. Pero la Srta. Mari no solo se lo chivo a mis padres sino que me dejó sin salir al patio más de una semana [...]"

DESCARGA EL RELATO COMPLETO CLICKANDO AQUÍ

LA BUENA EDUCACIÓN. Por el Ramas

Va por ti, amigo Ramas.

Y también por vosotros. Espero que lo disfrutéis.

Ahora este minúsculo murciélago se despide. Pero volveré, como dicen los héroes de acción en esas películas americanas tan malas que tanto me gustan.

Y lo haré con…

¡UN CUENTO A LA SEMANA!