martes, 3 de febrero de 2009

RELATO 36: "LÁPICES DE COLORES Y PALOMITAS DE MAÍZ"

Buenos días, amigos del murciélago.



Hoy seguimos con el tema de LA CULPA.



LA CULPA adopta muchas formas, y de todas ellas se puede escribir.



La culpa es esa llamada que nunca devuelves, ese amigo del alma al que quieres volver a ver y nunca encuentras el momento, esa injusticia que presencias sin protestar, el objeto de tu deseo más profundo y que consigues “a pesar de”, las consecuencias imprevisibles de tus actos, las consecuencias previsibles de tus actos, la sensación de fallar a aquellos a quien más quieres, no ser fuerte, no vivir con valentía y honradez porque la cosa está muy chunga, plegarte a los caprichos de la vida, golpear cuando no toca, abandonar tus sueños cuando llega el anochecer.



Por suerte, se puede devolver esa llamada, se puede visitar a ese amigo de vez en cuando, se puede protestar contra la injusticia, se puede renunciar a los deseos “a pesar de”, se pueden asumir las decisiones y ser consecuente con ellas, se puede pedir perdón a los que más quieres, se puede ser fuerte, vivir con honradez y valentía cuando la cosa está chunga, mantenerse firme ante los caprichos de la vida, encajar los golpes con elegancia, no renunciar a tus sueños aunque no haya amanecido.



Se puede, se debe, y la culpa aún estará ahí. Te visitará de vez en cuando. Pero la tendrás controlada y vivirás sereno.



Por mis culpas pido disculpas. Lo hago a mi manera. Escribiendo.



Ahí va el relato de esta semana. A riesgo de caer en la ñoñería, utilicé el blanco y el negro, a pinceladas gruesas, para encontrar el gris adecuado. Este relato, que viví en la realidad (aunque haya sido adaptado a ciertas necesidades narrativas), se lo dedico a mi madre, que siempre ha cumplido con todo lo descrito en el quinto párrafo de este post:







LÁPICES DE COLORES Y PALOMITAS DE MAÍZ







"Como cada domingo fuimos a comer a casa de mis padres. Es una manera barata de llenar la tripa y de paso hacer feliz a la familia. Ese domingo en particular estaba invitada una compañera de trabajo de mi madre. Mi chica, mi madre y su amiga parloteaban animadamente sobre esto y aquello mientras yo devoraba mis macarrones gratinados y contemplaba la televisión, absorto en vaya usted a saber qué.

A mitad del segundo plato, muy a mi pesar, me llamó la atención lo que parecía ser el pistoletazo de salida de uno de los monólogos de mi madre.

“¿Te acuerdas de aquella?”, preguntó a su amiga. Y continuó sin esperar respuesta: “Sí, mujer, la del incendio. Esa misma, sí”

En ese momento se giró hacia mi novia, para ponerla al corriente de todo. Tomó una buena bocanada de aire y a partir de ése instante, entre frase y frase apenas si se deslizó algún murmullo, un suspiro, un estornudo traidor [...]"











DESCARGA EL RELATO COMPLETO CLICKANDO AQUÍ:





LÁPICES DE COLORES Y PALOMITAS DE MAÍZ









Si os ha gustado, ya sabéis, enviadlo a vuestros amigos por correo electrónico.

Y si tenéis que decir algo al respecto, hacedlo. Dejad vuestro comentario, sea bueno o malo. No os calléis.



Este murciélago culpable se retira ahora a su celda para meditar. Pero estará aquí para vosotros cuando decidáis volver. Siempre con…



¡UN CUENTO A LA SEMANA!

9 comentarios:

  1. clavada la atmosfera de tu casa!!
    ciao

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  2. O sea, que hagas lo que hagas, el sentimiento de culpa siempre puede estar ahí, verdad?.
    No hay que intentar evitarlo a toda costa, simplemente, intentar convivir con ella.
    Un abrazo, de parte de un amigo del alma (al que, por cierto, casi nunca llamas!!!)

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  3. Sé muy bien lo que se siente frente a una situación como la del relato (soy directora de una escuela en un barrio indigente frente a un basural). A veces al sentimiento de culpa se le suma la sensación de impotencia. ¡Pero hay que superarlo, se hace lo que se puede!¡Un cordial saludo para todos!

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  4. Espero que este verano te pueda provocar ese sentimiento y a asimilarlo haciendote mejor persona, ya sabes donde ;)
    No te voy a decir l bueno que me parece el cuento, pk siempreme repito. ¿El color verde tiene relacion con el verde del dinero o es casualidad?

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  5. Ovniart: De momento voy servido, pero te agradezco el ofrecimiento. Te apunto en mi agenda.

    Anónimo: Pues gracias... pero ¿quién eres?

    Izan & Cia: Efectivamente, eso creo. Pero tú, JM, y yo, siempre hemos pensado de forma muy parecida. Te envío desde aquí ese pedazo de abrazo culpable, como no, pero con tremendo cariño. Procuraré llamar más.

    Persis: De nuevo gracias por tu aportación. Me está gustando bastante tu blog (bueno, los dos). No siempre dejo comentario, pero lo voy siguiendo.
    Por cierto, ¿os dais cuenta de que Persis nos va revelando poquito a poquito cosas de su vida? Ah, si mis cuentos te van tirando de la lengua yo me algro. Eso me halaga.

    MAESTRO: Yo también lo espero. PEro hay tantos factores ahora mismo que están ahí, pendiendo de un hilo... Ya te contaré.
    En cuanto al color, sí, tenía intención. Los dos filos de la espada: dinero/esperanza. Buen ojo.

    Seguid comentando lo que queráis, chicos. El murciélago os lo agradece.

    Un abrazo a todos.

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  6. Gracias por el comentario en el Calvin de TNH! Me acabo de leer un relato que lleva por nombre "Erótica, Aritmética, y Retórica", no sé si te sonará! :D
    Un abrazo!

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  7. me gustan tu srelatos. Seguiré pasando desde Argentina si me lo permites.
    Abrazo

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  8. David: Si, me gustó mucho la ilustración. Como podrás comprobar estás en mis lista de links. Y sí, me suena ese cuento. Espero que te gustara, fiera.

    Beatriz y Vivi: sois bienvenidas a este Blog. Muchas gracias por dejar vuestra opinión. Pasad por esta, mi casa, siempre que queráis. En cuanto tenga algo de tiempo libre os haré yo una visita en vuestros respectivos BLogs.

    Un abrazo a los tres!

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  9. Muy bueno el relato, amigo, pero para los que nos somos españoles ¿podrias agregar algunas definiciones de localismos? de repente se queda uno pensando y el contexto siempre ayuda pero se queda uno con la duda de que es lo que realmente se quiso decir...

    un abrazo mexicano

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