martes, 30 de diciembre de 2008

RELATO 31: "COLACAO"

Buenas tardes, amigos del murciélago.



Esta semana, para terminar bien el año, os regalo un nuevo disparate breve.

Ya he hablado alguna vez sobre este género tan complicado de escribir (aunque no lo parezca) y a la vez tan divertido de practicar y de leer.



Pero ¿cómo escribir un buen disparate breve?



Bueno, pongamos que queréis escribir sobre un abogado y su defendido. Tenéis una idea: el cliente del abogado es un dictador, responsable de autenticas atrocidades, que está siendo juzgado por un tribunal internacional de la Haya por crímenes contra la humanidad. Hasta aquí todo parece un argumento más o menos serio ¿correcto? Pero resulta que lo que queréis es escribir un disparate gracioso, mordaz o con mala leche. De acuerdo, ahora vamos a darle un giro absurdo al asunto. Digamos que el fiscal expone ante el juez todos los presuntos crímenes del acusado. Exagerémoslo, démosle bombo, pero que quede claro que el acusado es culpable de todos los cargos. Bien, ahora es el turno de nuestro simpático abogado defensor. Después de la exagerada presentación del fiscal (ante la que el acusado se ha mantenido impasible, casi sin pestañear), nuestro lince de las leyes se limitará a decir que su cliente “es más bueno que el pan”. Así de simple, y para demostrarlo… se lo comerá. Tal cual. Cuando termine se relamerá de gusto, y el tribunal, una vez demostrados los argumentos del abogado caníbal, declarará “inocente de todos los cargos” al dictador acusado.



Esto, obviamente, es una chorrada como una casa, pero podría funcionar como “squetch” o como relato breve, si se redacta adecuadamente.

En fin, ¿que no hace gracia?... Contado así, como pasa la mayor parte de las veces, no, no la tiene. Pero todo depende de cómo lo escribáis, y el tono que le deis al cuento. Eso ya es cosa vuestra y sólo se puede aprender escribiendo… y fallando. Cuando leáis un cuento a un par de amigos y veáis que se ríen sinceramente, entonces ya estáis por el buen camino. Si lo leéis ante desconocidos y se ríen es que habéis acertado de pleno.



Pensad en los Monty Python. El secreto es coger una situación más o menos "normal" y darle un giro surrealista. El surrealismo es un gran aliado del humor. el humor nace de mezclar una situación real o posible, con una imposible o irreal.

Así sucede con el gag de aquellos soldados que descubren un chiste capaz de matar a distancia a todo aquel que lo lea, y avanzan sobre las trincheras enemigas armados con pancartas con el chiste escrito en alemán; o con el instructor de defensa personal que enseña a sus alumnos a defenderse de un ataque mortal con “plátano”.



Aquí todo vale, creo que ya lo he dicho alguna vez ¿no?



El relato que os regalo hoy se incluyó en la antología de relatos breves “A CONTRARELOJ (primera edición)” de Hipalage. Espero que os haga echar una carcajada, o al menos haceros sonreír:





COLACAO







"Llegué a casa y noté que algo faltaba. Sonó el teléfono.

-Escuche atentamente- dijo la voz-: tenemos a su loro. Escriba un cuento en cuatro líneas si no quiere que se lo enviemos a pedacitos.

-¡Antes tengo que saber si está bien! ¡Póngame con él!

-¡Colacao! ¡Colacao!- escuché al otro lado. Era evidente que mi pobre amigo estaba aterrorizado a causa del secuestro. Entonces eché las cuentas y algo se removió en mi interior. Las lágrimas afloraron sin remedio.

-Chico, estás listo- le dije entre sollozos-. Ya llevo nueve líneas".







DESCARGA EL RELATO CLICKANDO AQUÍ:





COLACAO









Si os ha gustado enviadlo a algún amigo por mail.



Ahora, este murciélago va a hora a encenderse la estufa para calentar la cueva. Hay demasiadas humedades y eso es malo para el reuma.

Nos leemos pronto con un relato temático para el día de reyes.



Que empiece bien el año.



¡UN CUENTO A LA SEMANA!

RELATO 31: "COLACAO"

Buenas tardes, amigos del murciélago.



Esta semana, para terminar bien el año, os regalo un nuevo disparate breve.

Ya he hablado alguna vez sobre este género tan complicado de escribir (aunque no lo parezca) y a la vez tan divertido de practicar y de leer.



Pero ¿cómo escribir un buen disparate breve?



Bueno, pongamos que queréis escribir sobre un abogado y su defendido. Tenéis una idea: el cliente del abogado es un dictador, responsable de autenticas atrocidades, que está siendo juzgado por un tribunal internacional de la Haya por crímenes contra la humanidad. Hasta aquí todo parece un argumento más o menos serio ¿correcto? Pero resulta que lo que queréis es escribir un disparate gracioso, mordaz o con mala leche. De acuerdo, ahora vamos a darle un giro absurdo al asunto. Digamos que el fiscal expone ante el juez todos los presuntos crímenes del acusado. Exagerémoslo, démosle bombo, pero que quede claro que el acusado es culpable de todos los cargos. Bien, ahora es el turno de nuestro simpático abogado defensor. Después de la exagerada presentación del fiscal (ante la que el acusado se ha mantenido impasible, casi sin pestañear), nuestro lince de las leyes se limitará a decir que su cliente “es más bueno que el pan”. Así de simple, y para demostrarlo… se lo comerá. Tal cual. Cuando termine se relamerá de gusto, y el tribunal, una vez demostrados los argumentos del abogado caníbal, declarará “inocente de todos los cargos” al dictador acusado.



Esto, obviamente, es una chorrada como una casa, pero podría funcionar como “squetch” o como relato breve, si se redacta adecuadamente.

En fin, ¿que no hace gracia?... Contado así, como pasa la mayor parte de las veces, no, no la tiene. Pero todo depende de cómo lo escribáis, y el tono que le deis al cuento. Eso ya es cosa vuestra y sólo se puede aprender escribiendo… y fallando. Cuando leáis un cuento a un par de amigos y veáis que se ríen sinceramente, entonces ya estáis por el buen camino. Si lo leéis ante desconocidos y se ríen es que habéis acertado de pleno.



Pensad en los Monty Python. El secreto es coger una situación más o menos "normal" y darle un giro surrealista. El surrealismo es un gran aliado del humor. el humor nace de mezclar una situación real o posible, con una imposible o irreal.

Así sucede con el gag de aquellos soldados que descubren un chiste capaz de matar a distancia a todo aquel que lo lea, y avanzan sobre las trincheras enemigas armados con pancartas con el chiste escrito en alemán; o con el instructor de defensa personal que enseña a sus alumnos a defenderse de un ataque mortal con “plátano”.



Aquí todo vale, creo que ya lo he dicho alguna vez ¿no?



El relato que os regalo hoy se incluyó en la antología de relatos breves “A CONTRARELOJ (primera edición)” de Hipalage. Espero que os haga echar una carcajada, o al menos haceros sonreír:





COLACAO







"Llegué a casa y noté que algo faltaba. Sonó el teléfono.

-Escuche atentamente- dijo la voz-: tenemos a su loro. Escriba un cuento en cuatro líneas si no quiere que se lo enviemos a pedacitos.

-¡Antes tengo que saber si está bien! ¡Póngame con él!

-¡Colacao! ¡Colacao!- escuché al otro lado. Era evidente que mi pobre amigo estaba aterrorizado a causa del secuestro. Entonces eché las cuentas y algo se removió en mi interior. Las lágrimas afloraron sin remedio.

-Chico, estás listo- le dije entre sollozos-. Ya llevo nueve líneas".







DESCARGA EL RELATO CLICKANDO AQUÍ:





COLACAO









Si os ha gustado enviadlo a algún amigo por mail.



Ahora, este murciélago va a hora a encenderse la estufa para calentar la cueva. Hay demasiadas humedades y eso es malo para el reuma.

Nos leemos pronto con un relato temático para el día de reyes.



Que empiece bien el año.



¡UN CUENTO A LA SEMANA!