Buenos días, amigos del murciélago.
Existe una clase de relatos en los que la metáfora tiene un papel especial. Se escriben con una intención, con un sentido muy definido, pero procurando que el lector lo vaya intuyendo poco a poco en la lectura, no a través de lo leído, sino de lo sentido.
El problema con este tipo de relatos es la dosis. Demasiada metáfora y el cuento no será entendido, demasiada poca y resultará facilón. El límite es difícil de dibujar, a veces imposible.
El relato de hoy es un claro ejemplo.
Lo escribí hace unos años, en la época en la que empecé a sentirme cómodo con lo que escribía y con cómo lo escribía (aunque no convencido por completo). Al leerlo tanto tiempo después me ha parecido que lo que a mí me parecía tan obvio, a los demás puede no llegarle. Después de una rápida corrección de estilo, he decidido dejarlo practicamente como estaba. Al fin y al cabo, a pesar de sus muchas aristas mejorables, creo que tiene lo que yo quería entonces que tuviera, y reescribirlo por completo sería una especie de traición a mi yo pasado.
Hay veces (muchas veces) en las que un relato mezcla realidad, vida e invención regalandonos una mentira (ficción) que contiene una verdad fundamental (nuestros sentimientos).
Dios mío, vaya rollo me he marcado.
En fin, que si no lo he retocado más es porque soy un vago, señores, y ando escribiendo estos días otras cosas que ya os contaré (si la jugada me sale bien).
Que disfrutéis la lectura:
Ella vino a recogerle al aeropuerto.
Se abrazaron. Confesaron que se habían echado de menos y se besaron con la timidez de dos amantes que han estado ausentes. Había en aquel beso demasiadas alegrías perdidas y un miedo inconfesable al futuro [...]
Y volved pronto. La semana que viene espero no retrasarme con vuestra dosis. Que los amantes de los cuentos no pasen el mono.
¡UN CUENTO A LA SEMANA!
Existe una clase de relatos en los que la metáfora tiene un papel especial. Se escriben con una intención, con un sentido muy definido, pero procurando que el lector lo vaya intuyendo poco a poco en la lectura, no a través de lo leído, sino de lo sentido.
El problema con este tipo de relatos es la dosis. Demasiada metáfora y el cuento no será entendido, demasiada poca y resultará facilón. El límite es difícil de dibujar, a veces imposible.
El relato de hoy es un claro ejemplo.
Lo escribí hace unos años, en la época en la que empecé a sentirme cómodo con lo que escribía y con cómo lo escribía (aunque no convencido por completo). Al leerlo tanto tiempo después me ha parecido que lo que a mí me parecía tan obvio, a los demás puede no llegarle. Después de una rápida corrección de estilo, he decidido dejarlo practicamente como estaba. Al fin y al cabo, a pesar de sus muchas aristas mejorables, creo que tiene lo que yo quería entonces que tuviera, y reescribirlo por completo sería una especie de traición a mi yo pasado.
Hay veces (muchas veces) en las que un relato mezcla realidad, vida e invención regalandonos una mentira (ficción) que contiene una verdad fundamental (nuestros sentimientos).
Dios mío, vaya rollo me he marcado.
En fin, que si no lo he retocado más es porque soy un vago, señores, y ando escribiendo estos días otras cosas que ya os contaré (si la jugada me sale bien).
Que disfrutéis la lectura:
Ella vino a recogerle al aeropuerto.
Se abrazaron. Confesaron que se habían echado de menos y se besaron con la timidez de dos amantes que han estado ausentes. Había en aquel beso demasiadas alegrías perdidas y un miedo inconfesable al futuro [...]
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Y volved pronto. La semana que viene espero no retrasarme con vuestra dosis. Que los amantes de los cuentos no pasen el mono.
¡UN CUENTO A LA SEMANA!
Algunos cuentos o historias se convierten en el diario de uno...
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.
Jess.
Todo lo que se escribe fgorma parte de uno. Es una especie de diario apócrifo del pasado.
ResponderEliminarUn beso, guapa
Mi querido murcielago, este es para mi gusto, de los mejores cuentos que has escrito. fantastico, pero pulcro en los detalles, simbolico, como dices, la sospecha sostiene al cuento y te permite seguir con interes hasta el final.
ResponderEliminarUn abrazo enorme.
PD.Tuve a bien poner tu cuento: "denuncia de tu coma" en una de mis notas del Facebook, con mucho exito, aqui el enlace para que leas los comentarios:
http://www.facebook.com/gabo2909?v=app_2347471856&ref=profile
te mande el enlace a tu mail, el enlace anterior no sirve.
ResponderEliminarsaludos
Muchas gracias, Gab. En cuanto me pueda conectar con calma me lo miro.
ResponderEliminarMe come la curiosidad.
Un abrazo!